La zona de la alcaldía Tlalpan es una de las más boscosas de la CDMX, sus zonas verdes invitan a la gente a pasar un agradable fin de semana, sin embargo, hay un famoso lugar conocido como el parque Fuentes Brotantes el cual guarda una terrorífica leyenda relacionada con una piedra…

Los habitantes del lugar aún suelen contar a sus descendientes la famosa leyenda de “La piedra del diablo”, la cual también es conocida como “La piedra encantada”, y es que desde hace más de un siglo, esta enorme piedra ubicada a un costado del río del parque Fuentes Brotantes es un enigma para quienes la visitan.

Se dice que por las noches se pueden escuchar escalofriantes gritos y lamentos provenientes de la gran roca y que inclusive hay quien ha llegado a ver seres fantasmales alrededor de ella.

El consejo que los lugareños dan a la gente es que no permitan a sus pequeños acercarse si llegan a ver flores, dulces o juguetes, ya que de hacerlo caerían en la trampa del diablo para llevarlos con él.

Debido a la vibra que genera el lugar, hay algunas personas que tienen la teoría que ahí se llevan a cabo reuniones satánicas, por lo que en ocasiones han sido encontrados animales muertos sobre la piedra.

Otro de los mitos es el que se encuentra relacionado con la voz de una mujer, la cual es dulce y seductora y tiene como fin que te acerques para jalarte y llevarte con ella.

Uno de los más famosos relatos cuenta que solo una persona ha logrado salir de “la roca”, sin embargo, su locura fue tal que tuvo que ser internado en un hospital psiquiátrico, dejando así a todos con la duda de qué es lo que había dentro de la gran piedra.

Existe otra leyenda que también es muy conocida, la cual dice que la llorona vive en la roca, y que por las noches sale en busca de niños para llevárselos, y es que se cuenta que hace muchos años, en ese lugar ella ahogó a sus tres hijos y a un burro que su esposo le había heredado como venganza por abandonarlos para irse a casar con la hija del dueño de la hacienda que se encontraba cerca del río; tal era el enojo que sentía la despechada mujer que hizo un pacto con el diablo, el cual le permitía regresar para atormentar a cualquier familiar relacionado con el lugar, ya que de esta forma les haría recordar el por qué cometió aquél crimen. 

Las personas que han tenido el infortunio de ver a la llorona, dicen que se trata de una mujer vestida de color blanco, la cual en vez de rostro tiene una cabeza de burro.