En la actualidad, con la pandemia que estamos viviendo,es prudente poner nuestro mayor esfuerzo para seguir las medidas sanitarias y evitar un contagio masivo del virus. Por ello seguimos con esta linea de contenidos con los cuales te damos algunos alimentos con los que puedes fortalecer tu sistema inmunológico. En este caso te presentamos un té a base de cúrcuma y jengibre.
Te puede interesar: 8 alimentos con los que podrás fortalecer tu sistema inmunológico durante la pandemia
La cúrcuma es una especia brillante de color amarillo anaranjado que se usa comúnmente en salsas y como condimento de comidas. Sin embargo, al combinar esta especia con el jengibre podemos obtener una solución con grandes beneficios como los siguientes; fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión, aliviar el dolor y aumentar la cognición. También ayuda a proteger el corazón, a regular la diabetes, a reducir los niveles de ansiedad y a mejorar la calidad de la piel.

1.- Pon el agua a hervir en un una olla. El té de cúrcuma y jengibre también puede hacerse con leche, aunque en este caso la bebida obtenida recibe el nombre de leche dorada.
Nota: Si usas leche, es preferible que no llegue a hervir.
2.- Pela el jengibre, corta una rodaja más bien fina y añádela al agua. Haz lo mismo con la cúrcuma, teniendo en cuenta que la cantidad de esta especia debe ser la mitad que la de jengibre. Además, no es recomendable tomar más de 1.5 gramos de cúrcuma la día en el caso de los adultos.
Nota: Si lo prefieres, puedes usar cúrcuma en polvo.
3.- Exprime el zumo de medio limón y agrégalo al olla, junto con la rama de canela. Tanto el limón como la canela son ingredientes opcionales, no obstante, favorecen la quema de grasa.
4.- Cocina el té durante 5 minutos a fuego lento, apaga el fuego y deja que repose otros 5 minutos. Después, cuela el té de cúrcuma y jengibre y sírvelo.
Nota: Puedes endulzarlo con una cucharadita de miel o sirope de agave.
Aquí lo tienes, esta bebida es excelente para la época que estamos viviendo.
Te puede interesar: Este truco te ayudará a conservar el sabor del queso que guardas en el refrigerador