Cuenta la leyenda que en un pequeño poblado del Estado de Chihuahua llamado Naica, los pobladores temen salir de noche, pues grandes bolas de fuego se pueden vislumbrar en el cielo… las brujas salen al acecho de bellas jóvenes para convertirlas en parte de su clan.
Al norte de México, en un pequeño poblado del Estado de Chihuahua de nombre Naica, en punto de las 10:30 de la noche todos los pobladores deben encontrarse ya dentro de sus casas, con puertas y ventanas cerradas, pues las famosas brujas salen de las minas en forma de bolas de fuego para buscar a niñas y jóvenes con la intención de convertirlas en una de ellas.
La historia más conocida es la de Monserrat, una joven de apenas 16 años que con el afán de ayudar a sus papás trabajaba con el panadero del pueblo; una noche “Monse” como era conocida, saliendo de trabajar decidió ir al lago a admirar lo bonita que lucía el reflejo de la luna.
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El tiempo pasó y las campanadas de la iglesia empezaron a sonar, pues éstas servían para alertar a la población para que todos estuvieran ya dentro de sus casas.
Esa noche fría Monse no pudo escapar de las famosas brujas de Naica, pues llegaron a ella para morderla hasta hacerla perder el conocimiento… la dulce joven se había convertido ya en una de ellas.
A pesar de que todos los pobladores buscaron a la muchacha no lograron encontrarla, fue hasta mucho tiempo después que algunas personas argumentaron haberla visto en el lago, sin embargo, su belleza había desaparecido y ahora era una mujer fea, deforme y macabra.
Dentro de la República Mexicana existen otras leyendas referentes a las brujas, sin embargo, Naica es denominado como “La Capital De Las Brujas” por la gran cantidad de seres de este tipo que habitan ahí.
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