La leyenda de la mujer del taxi, relata que una misteriosa y bella señorita, solicita recorrer los mejores lugares de la ciudad, pero ¿cuál es el final de esta tétrica historia? Continúa leyendo si es que te atreves y descúbrelo…


La mujer a la que todos los taxistas temen…


Arnaldo, un taxista como muchos otros que trabajaba diariamente para llevar el sustento a su casa, finalizaba su día laboral y estaba listo para irse a casa, cuando de repente se encontró en su camino a una bella mujer que le hizo la parada. Él se encontraba separado de su esposa desde hacía algún tiempo, por lo que decidió detenerse y preguntar hacia dónde se dirigía; la hermosa señorita le solicitó llevarla a los mejores lugares de la ciudad prometiéndole que sería recompensado, así es que Arnoldo no dudó y aceptó la propuesta. Ya lista para subirse al auto, la mujer le pidió que le abriera la puerta, pues ella no podía tocarla y un tanto confundido, el chofer siguió la orden.


Los mejores lugares de la ciudad fueron visitados por el taxista y su bella cliente, quien le comentó que ese día era su cumpleaños y que cada año solía salir a pasear por la noche para celebrar tan especial día.


Tema relacionado: Los mitos más escalofriantes del metro de la CDMX


Casi al amanecer llegaron a un hermoso lugar con un lago en donde ella comentó que le hubiera gustado lavarse las manos, asombrado Arnoldo, le preguntó por qué no podía hacerlo y la respuesta de ella solo fue que aunque le explicara él no entendería.



Deleitado con tanta belleza, a Arnoldo no le importó permanecer toda la noche despierto, y fue hasta que la bella mujer le pidió regresar al lugar de origen que él emocionado por el dinero que recibiría accedió de inmediato a llevarla.


Pocos minutos tardaron en llegar al lugar, por lo que la señorita se despidió y agradeció el viaje, Arnoldo le recordó lo pactado en cuanto al pago y ella le solicitó pasar a su casa el día siguiente en donde se le liquidaría la cuota; y aunque un poco molesto, él comprendió la situación y aceptó.


– Mi dirección es Calle de las Rosas 13-66


La mujer se alejó y cuando Arnoldo volteó, ella ya no se encontraba, la escena ocurrió afuera de un cementerio…


Al día siguiente, el taxista acudió a la dirección mencionada en donde una señora abrió la puerta y al explicarle la situación, ella negó que alguien hubiera salido la noche anterior; Arnoldo insistió y la señora lo hizo pasar a su casa en donde él pudo observar un retrato en donde su bella acompañante aparecía.


Confirmando quién había sido, la señora se puso a llorar explicando que era su hija y que había fallecido tres años antes en un accidente de tráfico, justo el día de su cumpleaños, el pobre Arnoldo, sin poder gesticular palabra, de inmediato salió de ahí.


También te podría interesar: La isla de las muñecas


 


Lo más nuevo

También puede interesarte

Fonógrafo 690 AM

Sigue las notas y las novedades más importantes del momento

Suscríbete