Uno de los lugares más visitados por los turistas en el estado de Querétaro es el famoso Templo de la Cruz, un recinto religioso construido en el año 1654 y ubicado en lo alto del cerro Sangremal, en la calle Ejército Republicano frente a la Plaza de los Fundadores.
Pero ¿por qué es tan especial este sitio?… a continuación lo detallamos.
Dice la leyenda que hace mucho tiempo, allá por el año 1697 se estableció en ese lugar uno de los primeros frailes franciscanos que se dedicaban a evangelizar a los indígenas en diversos países, su nombre era Fray Antonio Márgil de Jesús.
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Fray Antonio de Márgil quién llevaba ya trece años en su labor como evangelizador, llegó a Querétaro acompañado como siempre de su báculo, su brevario y su crucifijo, procedente de un largo viaje que le había tomado setenta y cuatro días en los cuales visitó países como Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y Honduras.
Al llegar al Templo de la Cruz, el fraile enterró su báculo, el cual poco tiempo después se convirtió en un singular árbol del cual en vez de frutos brotaban espinas en forma de cruz.
Este lugar es uno de los más visitados del Estado, pues muchas personas atribuyen al árbol como milagroso.
El árbol que de acuerdo a investigadores de la UNAM pertenece al género de las Mimosas no da flores ni frutos; su principal particularidad son sus espinas en forma de cruz las cuales llegan a medir hasta 10 centímetros de largo. Otra de las características de este tipo de árboles es que llegan a vivir hasta 300 años.
Ahora que conoces un poco de este lugar, no olvides visitarlo durante tu próximo viaje a Querétaro.
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