Uno de las criaturas mitólogicas que mayores misterios guardan son las SIRENAS, de las cuales se dice que gracias a su belleza y a sus majestuosos cánticos logran que los hombres caigan rendidos ante ellas.
La leyenda que a continuación conoceremos trata justamente de uno de estos seres, y es que se dice que en el famoso Lago de Zumpango el cual se ubica en el Estado de México aún se puede ver cómo en ocasiones una sirena se aparece.
Se dice que allá por la década de los 60´s hubo muchas desapariciones de muchachos por esa zona, los cuales de acuerdo a lo que la gente del lugar menciona eran atrapados por la sirena para después matarlos.
Una tarde de aquellos años, un apuesto joven caminaba por la orilla del lago, cuando de repente escuchó el hermoso cantar de la mujer mitad cuerpo de persona y mitad cuerpo de pez, el sonido era tan hipnotizante que el muchacho terminó por desmayarse.
Al despertar, el guapo hombre se encontraba en una cueva ubicada debajo del lago y la sirena se encontraba ahí frente a el, admirándolo…
La angustia y desesperación abrumaban a aquél hombre, pues se encontraba muy preocupado porque el tiempo pasaba, su madre requería de sus cuidados y de un tratamiento médico y la sirena no lo dejaba ir.
Un día el hombre decidió rogar a la sirena para que lo dejara ir, inclusive le prometió que el regresaría al lago en cuanto atendiera a su mamá; la mujer confiando en las palabras del joven muchacho por fin accedió.
Corriendo a toda velocidad el chico recorrió algunas calles hasta llegar a su casa, no sin antes avisar a sus vecinos y a la gente que se iba encontrando lo que había pasado en las profundidades del lago con la sirena.
De inmediato los pobladores escondieron al muchacho para que la mujer del lago no lo encontrara, además armaron una comitiva la cual acudió al lugar antes mencionado para atrapar al ser mitológico, el plan era sacar toda el agua del enorme estanque hasta encontrarla.
La sirena al darse cuenta de lo que pasaba enfureció, lo que ocasionó que emitiera un terrorífico canto el cual pudo escuchar todo el municipio, en especial el joven, quien como si estuviera embrujado y sin que nadie pudiera detenerlo se dirigió al lago de Zumpango.
Al llegar al lugar el muchacho se aventó al agua para encontrarse no con la hermosa sirena, sino con un ente demoniaco lleno de furia que terminó por hundirlo en el lago a la entrada de la cueva.
Los pobladores temiendo lo que pudiera pasar continuaron sacando agua del lago, hasta que por fin lograron encontrar el cuerpo inerte del muchacho, el cual llevaba un letrero en donde la sirena los amenazaba, pues en el se podía leer que si seguían sacando el agua a todos les iba a ir muy mal.
Ante dichas palabras, las personas atemorizadas de lo que les pudiera pasar decidieron retirarse de ahí, dejando atrás la idea de continuar sacando el agua.
Pobladores del lugar relatan que la sirena continúa viviendo ahí y que inclusive en algunas ocasiones sale para asomarse por si a algún hombre se le ocurre acercarse a sus aguas.
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