El Panteón Jardines del Recuerdo es uno de los más grandes y conocidos en los alrededores de la Ciudad de México, por ello, muchas son las tumbas y los cuerpos que yacen ahí. La historia que a continuación te presentaremos, te pondrá los pelos de punta.
Espíritus del más allá regresan para confesarse con la finalidad de encontrar el descanso eterno…
Esta leyenda nace a partir de que el padre Anselmo Martínez falleció… y es que el sacerdote era muy querido en la colonia San Rafael, lugar donde se encuentra el panteón Jardines del Recuerdo.
El párroco tenía la noble labor de visitar constantemente a los enfermos, y siempre ayudaba a los más necesitados. Las personas le tenían un gran respeto y era muy admirado por los habitantes de los alrededores.
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El día en que falleció muchas personas lo acompañaron en su velorio realizado en las inmediaciones del cementerio, tal era la cantidad de gente que acudió al sepelio que los sepultureros pensaron que se trataba de algún político o de algún narcotraficante.
Poco tiempo después del deceso, los vigilantes empezaron a notar que alrededor de la tumba del sacerdote había cierta actividad inusual, pues el pasto se encontraba desgastado y había algunos círculos muy marcados los cuales pensaron alguien realizaba con algún objeto.
Cierto día, un jardinero de nombre Vicente Cortés decidió hacer guardia toda la noche, y lo que esa noche vio lo dejó helado.
Alrededor de las 2:00 a.m. notó que una sombra se acercaba a la tumba y se hincaba, la escena parecía de alguien que se estaba confesando; en ese momento un escalofrío recorrió el cuerpo del jardinero… parecía que el tiempo pasaba muy lentamente.
Eu asombro de Vicente era tal que no le contó a nadie lo que había visto y decidió volver la siguiente noche para ver si sucedía lo mismo.
Para su sorpresa, la escena se repitió a la misma hora, sin embrago, ahora la sombra era diferente y los círculos que aparecían marcados en el pasto no eran otra cosa que las rodillas de los espíritus que visitaban al sacerdote.
A la fecha se dice que los espíritus que moran en el panteón visitan al bondadoso padre Anselmo para confesarse y de esa forma buscan el descanso tranquilo y eterno…
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