El anillo mágico intensificaría el amor y revelaría la infidelidad entre una pareja, la tragedia llegó cuando la pasión entre la esposa y el mejor amigo del marido fue descubierta.

La infidelidad la llevó a la muerte…

Esta leyenda aconteció en el pequeño Municipio de Xalapa, Veracruz, así lo relata Alberto Espejo en su libro Historias, cuentos y leyendas de Xalapa.

Hace muchos años una bella joven originaria del municipio antes mencionado se enamoró perdidamente de un guapo y acaudalado joven, salieron durante un tiempo y pronto se dieron cuenta que querían estar por siempre juntos.

Sorpresivamente un día, el joven propuso matrimonio a la mujer, entregándole un anillo mágico, el cual tenía un gran diamante.

Dicho anillo tenía el poder de intensificar el amor entre ellos y de revelar si se presentaba alguna infidelidad.

El día tan esperado llegó y la pareja se casó y se juró amor eterno; al festejo no podía faltar el mejor amigo del novio, la entrañable amistad que tenían desde hace mucho tiempo hacía que el lazo entre ellos fuera de hermanos.

Todo marchaba de maravilla entre los esposos, sin embargo, poco a poco se fueron despertando sentimientos de atracción entre el amigo y la ahora recién casada.

Un día el hombre de la casa por cuestiones de trabajo tuvo que hacer un viaje, suceso que la mujer aprovechó para visitar al amigo y enredarse con él, no sin antes quitarse el anillo, pues temía que si lo llevaba puesto algo podría pasarle.

Tras finalizar el actor de amor y regresar a su casa, la mujer olvidó el anillo mágico sobre uno de los muebles ubicados a lado de la cama del “amigo”.

El marido por fin regresó, sin embargo, optó por visitar primero a su amigo, el cuál en ese momento no se encontraba en casa; aún así decidió entrar y la sorpresa que se llevó al ver el anillo de su mujer en el mueble lo dejó paralizado.

Furioso regresó a su casa y su esposa salió a recibirlo como si nada hubiera pasado, él le besó la mano y confirmó lo que tanto sospechaba…

Sin poder controlarse, desenfundó el cuchillo que siempre cargaba y lo enterró en el pecho de la mujer, la cuál cayó muerta al instante. Antes de huir arrojó el anillo al cuerpo inerte de quien le había jurado amor eterno.

Todos los hechos se dieron en el famoso Callejón del Diamante, el cuál en la actualidad se encuentra llenó de locales y de restaurantes y que lleva por nombre Callejón Antonio María de Rivera.