Conoce la leyenda de la serpiente con plumas que causó sensación entre los pobladores de Yahualica, en el estado de Jalisco, ese reptil que gracias a un sacerdote fue convertido en piedra.
Se dice que allá por el año 1881 llegó a Yahualica, Jalisco, el Presbítero Severo López Delgado quien años después fue designado como como Capellán del Templo de San Miguel.
El sacerdote era muy querido por todo el pueblo, y era tanto el cariño que le tenían que los pobladores lo tenían catalogado como un santo, ya que decían hacía milagros y tenía contacto directo con Dios.
San Miguel Arcángel era el santo preferido del padre “Severito”, quién de vez en cuando durante su sermón gritaba: “Viva, viva San Miguel; muera, muera, Lucifer”.

Se dice que una tarde de aquellos días, un feligrés llegó corriendo a buscar al sacerdote solicitando de su ayuda, ya que en el arroyo de Agua Blanca había visto una gran serpiente que en vez de escamas tenía plumas de muchos colores. Su tamaño era impresionante y se había puesto a reposar metiendo la cabeza en el agua y dejando su cuerpo afuera para que le diera el sol. El asustado testigo comentaba que la gran serpiente ya se había comido a uno de sus becerritos y que si no hacían algo al respecto se comería todos los animales y pobladores de la región.
El padre Severo aunque asustado, tomó su agua bendita, su estampita de San Miguel y su libro de oraciones para después salir apresurado hacia el lugar en donde el monstruoso ser se hallaba.
Tema relacionado: ¿Carne humana en el pozole?Cuando por fin llegaron al lugar, el padre vio el monumental animal de aproximadamente 20 metros; de inmediato tomó su imagen de San Miguel y empezó a decir una serie de rezos que incluían algunas oraciones para alejar los seres repugnantes y los animales tenebrosos:
IN TE, DOMINE, SPERAVI, NON CONFUNDAR IN AETERNUM: ..SPIRITUS DAEMONIUM, SERPENS INFEROS , ET NOLITE MALEDICERE, PIETRA FIERI, IN NOMINE PATER FILIUS ET SPIRITUS SANCTI…
Se dice que después de que el padre profirió esas palabras, la enorme serpiente se retorció de dolor hasta convertirse en piedra.

Conforme pasaban los años, la gente seguía hablando de lo acontecido en aquél lugar, inclusive cuando pasaban cerca de donde la serpiente de piedra se encontraba, rezaban para que no les sucediera nada extraño.
El 19 de enero de 1955 el padre Severo falleció, sus restos reposan en el templo que por tantos años lo vió ejercer su cargo.
Debido a la urbanización y modernización del pequeño poblado, ya casi nada queda de la serpiente de piedra, sin embargo, la leyenda entre los Yahualicenses sigue perdurando.
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