La misa en aquella vieja capilla de Guanajuato transcurría de manera normal hasta que todo se vino abajo, dejando a todas las personas que ahí estaban enterradas…
Cuenta la leyenda, que hace muchos años en una pequeña capilla de Guanajuato, sacerdotes, monjas y feligreses se encontraban reunidas como cada domingo para escuchar la misa de medio día.
Mientras todos escuchaban y oraban, el crujir de los cimientos se escuchó. Nadie tuvo tiempo de salir, la capilla se había derrumbado por completo como si una bomba detonante hubiera acabo con ella.
Tema relacionado: La leyenda de la misa de los muertos
La poca gente que se encontraba afuera no podía creer lo que veía. Debajo de todos los escombros no solo había personas, también estaban muchas figuras de oro que en ocasiones servían para que con ellas se ayudara a los individuos de escasos recursos.
La avaricia de algunos pobladores ha hecho que traten de escarbar para sacar el oro y la riqueza que adentro se quedó, sin embargo, ninguno ha tenido éxito, pues cuando ingresan por alguno de los agujeros realizados terminan por quedar enterrados igual que las otras personas.
Se dice que en la actualidad, al acercarse la fecha cuando se conmemoraban los festejos de la capilla, aún se pueden escuchar el repicar de las campanas, y el quejido y lamento de las personas que ahí murieron enterradas…
También te puede interesar: La leyenda de Baltazar, el demonio que se enamoró de un ángel