El día de hoy les compartimos una leyenda poco conocida, pues más bien quienes hablan de ella son las personas que tienen mucho tiempo viviendo por la zona de la Merced en la CDMX.

La misteriosa historia, trata de una mujer que vivió en aquél conocido barrio a mediados del siglo XX. Era muy temida por todos su vecinos, pues de muy buena fuente se sabía, que Doña Ramona, como era conocida, se dedicaba a hacer rituales de magia negra.

El miedo que los vecinos sentían al verla era tal, que evitaban encontrarse con ella y hasta verla cuando pasaba por la calle, ya que temían que al hacerlo les lanzará una maldición de la cual no pudieran despojarse jamás.

De acuerdo a lo que algunas personas oriundas del barrio de la Merced indican, Doña Ramona era una mujer de avanzada edad que por alguna situación estaba amargada, por lo que los niños también evitaban acercarse a ella.

Poco era lo que realmente se sabía de aquella mujer, a quien le atribuyeron muchas historias; una de ellas decía que con la intención de quedarse con la casa, Doña Ramona mató a su esposo. Otra más refería que el cuerpo de su hermana se encontraba enterrado en su jardín y que su espíritu recibía órdenes para que hiciera lo que ella le pedía.

Una historia más decía, que la anciana tenía un cuarto a lado de los lavaderos, el cual ocupaba para hacer sus rituales; en él, guardaba artículos demoniacos y de santería que le servían para hacer daño a la gente.

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En el barrio de la Merced, Doña Ramona era también conocida como “la bruja de la coladera”, y es que según se cuenta, por las noches salía envuelta con una capa para dirigirse a uno de estos sitios, quitar la tapa y convertirse en el ente que esa noche requería.

En una de esas salidas nocturnas, a una de las vecinas se le ocurrió espiarla para confirmar que era verdad todo lo que de ella se decía, sin embargo, el miedo la invadió y la paralizó, por lo que al intentar huir, la bruja la descubrió:

Lo que hace usted es una falta de educación, ¿qué nunca tuvo escuela? Eso de estarme espiando es imperdonable, y sólo le digo, prevéngase porque se va a arrepentir de su indiscreción.

Minutos después de que la bruja le dijera esto y de que desapareciera, la mujer se empezó a sentir mal, inclusive cuando llegó a su casa sufrió una aparatosa caída que casi le cuesta la vida.

Horas más tarde, durante la madrigada, su hijo despertó angustiado y gritando que un horrible hombre sin dientes, quería arrancarle los ojos.

La situación fue tan angustiante para la mujer, que decidió acudir con una “bruja blanca” para que le ayudara, y aunque ésta logró despojarla de la maldición, también le pidió que se cambiara de casa si no quería que todo terminara en una terrible tragedia.

La mujer decidió hacer caso a la “bruja blanca”, por lo que a los pocos días se cambió de domicilio.

Tiempo después, regresó por alguna situación a aquél lugar, sin embargo, después de preguntar a algunos vecinos, se enteró de la muerte de Doña Ramona, de quien todos desconocen las causas del deceso.

La leyenda de Doña Ramona, se siguió contando por algún tiempo entre los residentes de la Merced, sin embargo, con el tiempo ésta fue desapareciendo hasta que poco a poco quedó en el olvido.

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