Cuenta la leyenda que en una casa localizada en la tercera sección del Bosque de Chapultepec, muy cerca del Panteón Dolores, vivía una anciana conocida como la tía Toña, la cual poseía una gran fortuna heredada de su esposo el cual era un importante comerciante.
La tía Toña era una mujer solitaria pero también muy bondadosa y al no tener en qué gastar su fortuna, decidió ayudar a niños en condición de calle con vestido, alimento y techo; sin embargo los niños al no tener educación empezaron a mostrar rebeldía y a hacerle la vida imposible. Un día la paciencia de la tía Toña se agotó y mató a todos los niños a punta de golpes, hecho posterior, los arrastró uno por uno para arrojarlos por una barranca que daba a un caudaloso río.
Después de todo esto, la mujer se sintió muy culpable, y su cargo de conciencia no la dejaba vivir en paz, razón por la cual, se encerró en su habitación y se quitó la vida, se cree que el cuerpo aún se encuentra dentro y es una de las razones por las que se siente toda esa energía tan fuerte y tan pesada alrededor de la mansión.
Tema relacionado: Leyenda de La casa de AramberriDiversas personas han querido adentrarse a la casa pero no han tenido éxito, el camino es muy boscoso y empedrado, hecho por el cual se dificulta acercarse; cuentan que en los alrededores se sienten presencias y se escuchan gritos de los niños que fueron asesinados y que en una de las ventanas puede observarse la silueta de lo que podría ser el espíritu de la Tía Toña.
Actualmente la casa de la tía Toña se encuentra vigilada y las mismas personas que la cuidan han sido testigos de acontecimientos extraños que siguen manifestándose, entre ellos algunos accidentes de personas que han querido acercarse a la casa.
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