En un emotivo testimonio que ha conmovido a la industria del entretenimiento, el reconocido actor y productor Jorge Ortiz de Pinedo compartió cómo una simple camisa holgada y la observación oportuna de su entrañable amigo Chabelo se convirtieron en las señales que le permitieron detectar a tiempo el cáncer de pulmón que enfrentó desde 2010. Esta revelación llega en un momento especialmente significativo para el artista de 76 años, quien recientemente recibió la noticia de que no requerirá un doble trasplante de pulmón.
La historia comenzó cuando su esposa notó algo inusual en su vestuario: las camisas que habitualmente le quedaban perfectas ahora lucían excesivamente grandes. “Me visto, me pongo un traje, corbata y mi mujer me dice ‘esa camisa no es tuya, debe ser de uno de tus hijos'”, relató el actor en una reciente entrevista con Jessie Cervantes, explicando que encontraba un espacio de “dos dedos” extra en sus prendas.
Lo que inicialmente parecía un simple detalle de guardarropa se convirtió en una señal de alarma cuando sus colegas y amigos cercanos, entre ellos Xavier López “Chabelo” y Polo Polo, notaron cambios evidentes en su apariencia. Sus observaciones y preocupación genuina llevaron a Ortiz de Pinedo a buscar atención médica especializada, decisión que resultaría crucial para su supervivencia.
Jorge Ortiz de Pinedo y su batalla contra el cáncer: Una historia de resistencia
El diagnóstico reveló un tumor de cinco centímetros en el pulmón, cercano al corazón, que requirió una intervención quirúrgica inmediata. “Me hicieron una lobectomía, me quitaron la parte superior del pulmón izquierdo y estuve 15 días hospitalizado”, compartió el productor, describiendo el procedimiento como “tremendo” pero necesario para salvar su vida.
Hoy, el creador de “Una familia de diez” enfrenta desafíos adicionales, incluyendo EPOC, diabetes y complicaciones sanguíneas derivadas de las quimioterapias. Sin embargo, su espíritu inquebrantable y determinación le han permitido continuar con sus proyectos en Televisa, demostrando que incluso en las circunstancias más adversas, la esperanza y la perseverancia pueden marcar la diferencia.
La experiencia de Ortiz de Pinedo sirve como un poderoso recordatorio sobre la importancia de prestar atención a las señales que nos envía el cuerpo, por sutiles que parezcan. Su historia no solo inspira, sino que también educa sobre la importancia de la detección temprana en la lucha contra el cáncer.