En medio de una ola de tensiones mediáticas, Imelda Tuñón alzó la voz para pedir un alto a las amenazas que ha recibido tanto ella como su exsuegra, Maribel Guardia, tras los desacuerdos legales derivados de la custodia y entorno del hijo de Julián Figueroa. La viuda del cantante asegura que, a pesar de los conflictos recientes, desea mantener el respeto por el bien del menor, quien apenas tiene siete años.

Durante un encuentro con medios en el marco del segundo aniversario luctuoso de Julián, Imelda explicó que las amenazas que ha recibido no han sido de parte de la familia de Maribel, aunque reveló tener información sobre quién podría estar detrás. “Sé quién me las ha mandado a mí, a una amiga y hasta a su mamá. No puedo asegurar de dónde vienen, pero tengo el nombre”, aseguró.

Imelda Tuñón rompe el silencio y clama contra las amenazas: “Maribel es la abuela de mi hijo”

La joven actriz también desmintió categóricamente que ella o su familia estén detrás de los mensajes intimidatorios contra Maribel Guardia. “Pido mucho respeto. Es la abuela de mi hijo y no estoy de acuerdo con que nadie amenace a nadie”, puntualizó con tono firme, dejando en claro que no aprueba ningún tipo de violencia.

En sus declaraciones, Imelda Tuñón también comentó que está considerando presentar una denuncia formal contra la persona que, según dice, ha estado enviando mensajes desde el pasado 6 de febrero. La intención, asegura, es frenar la ola de acoso que ha estado afectando no solo a ella, sino también a su círculo cercano.

Sobre los rumores que la vinculan con amenazas hacia Nagibe Abbud, sobrina del actor Omar Chaparro, Imelda fue clara: “Jamás lo haría. Hay mucha gente con tiempo y acceso para crear cuentas falsas. No es sano vivir con terror”, expresó. Recordó también lo difícil que fue enfrentar el duelo por la pérdida de su esposo mientras era señalada públicamente.

Hasta el momento, no se sabe si Maribel Guardia o Nagibe Abbud iniciarán procesos legales contra los presuntos responsables de las amenazas. Lo cierto es que la tensión sigue creciendo, y ambas partes han pedido respeto y seguridad ante un tema que, en el fondo, afecta a un menor de edad que perdió a su padre demasiado pronto.

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