Han transcurrido dos años desde el fallecimiento del reconocido conductor Fernando del Solar, sin embargo, las disputas legales entre su última pareja, Anna Ferro, y su ex esposa, Ingrid Coronado, persisten.
¿Quién es la verdadera dueña de la casa en la que vivió Fernando del Solar sus últimos días?
La causa de esta contienda legal se centra en un departamento ubicado en Cuernavaca, el cual ambas partes reclaman como propio. Según revelaciones de la abogada Mariana Gutiérrez, representante legal de Anna Ferro, la propiedad en cuestión fue donada por Fernando del Solar a su viuda durante su vida.

Este gesto, aparentemente, fue una medida para proteger a Ferro de posibles problemas legales futuros.
El departamento en Cuernavaca fue el hogar de Fernando del Solar durante sus últimos años junto a Anna Ferro.
Sin embargo, tras el fallecimiento del conductor, Ingrid Coronado solicitó a Ferro que desalojara la propiedad, alegando derechos sobre la misma.
En declaraciones hechas en un programa conducido por Gustavo Adolfo Infante, la abogada Mariana Gutiérrez explicó detalladamente que Fernando del Solar realizó una donación legal del departamento a Anna Ferro.
Esta acción, realizada en vida, otorga a Ferro derechos legítimos sobre la propiedad, según lo estipula la ley.

Gutiérrez argumentó que esta estrategia fue una medida para evitar conflictos posteriores relacionados con testamentos u otros procedimientos legales complejos.
Además, enfatizó que las donaciones de bienes inmuebles en vida están ganando popularidad debido a su eficacia para prevenir disputas hereditarias prolongadas y complicadas.
A pesar de la claridad legal en torno a la propiedad, Mariana Gutiérrez señaló dificultades para notificar a Ingrid Coronado sobre el asunto.
Según la abogada, Coronado ha evitado ser notificada, lo que ha complicado el proceso legal en curso.
En resumen, la disputa legal por la propiedad en Cuernavaca continúa, con argumentos sólidos respaldando la legitimidad de la posesión de Anna Ferro.
Mientras tanto, el caso destaca la creciente tendencia hacia las donaciones de bienes inmuebles en vida como una estrategia para evitar conflictos hereditarios futuros.