Silvia Pinal y su asistente: 35 años de lealtad que terminaron con una liquidación
Tras más de tres décadas al lado de la icónica actriz Silvia Pinal, Efigenia Ramos —su inseparable asistente y enfermera— ha dado un giro radical en su vida. A raíz del fallecimiento de la última gran diva del Cine de Oro en noviembre de 2024, Ramos fue liquidada por la familia Pinal y hoy se dedica a vender comida a domicilio para poder solventar sus gastos.
Silvia Pinal dejó huella… y también una promesa económica para Efigenia Ramos

En entrevista con la revista TVNotas, Efigenia compartió con honestidad cómo vivió los últimos años junto a Silvia Pinal y cómo cambió todo tras su partida. A pesar de que la liquidación fue en buenos términos, la exasistente confesó que tuvo que reactivar un negocio que había iniciado con su hijo durante la pandemia: una cocina económica y gourmet para eventos y entregas a domicilio.
“Me liquidaron. El negocio lo hemos hecho poco a poco. Nuestra comida es muy económica y todo es de primera”, relató Ramos, quien asegura ofrecer platillos corridos y especiales para eventos con más de 100 personas. Aunque no tiene un local fijo, su emprendimiento ha crecido de manera estable y ha captado una clientela fiel.

Respecto a su salida como trabajadora de la familia Pinal, Efigenia aclaró que firmó una carta de confidencialidad y que varios miembros de la familia le ofrecieron continuar trabajando con ellos. Sin embargo, prefirió concentrarse en su proyecto personal. “La familia me trató muy bien. Yo trabajé 35 años con la señora Silvia”, señaló.
Cuando se le preguntó sobre la herencia de Silvia Pinal, Efigenia fue cautelosa pero clara: confirmó que aparece en la repartición de bienes, aunque prefiere no hablar del tema hasta que se realice la lectura oficial del testamento. “Sé lo que me toca”, dijo, sin ahondar en detalles.
También te puede interesar: 📰 “Mi papá está vivo y muy bien”: Hijo de Eduardo Manzano desmiente rumores sobre su fallecimiento
El caso de Efigenia Ramos pone sobre la mesa la realidad de muchas personas que han dedicado su vida al cuidado de figuras públicas, y que tras su partida deben empezar de nuevo. Su historia es una mezcla de fidelidad, respeto y resiliencia, enmarcada en el legado de una leyenda como Silvia Pinal.