La pandemia por Covid_19 no solo ha afectado a millones de personas en el mundo, pues diversas especies de animales también han sufrido a raíz de ello, un ejemplo es el caso de los visones que fueron sacrificados en países como Dinamarca y España debido a que se detectó que éstos eran portadores del virus y actualmente el caso de los tiburones que tendrían que ser sacrificados para la producción de la vacuna contra el coronavirus.

Una de las sustancias que se utilizan para la realización de las vacunas contra el Covid_19 es el escualeno, un compuesto aceitoso que se extrae del hígado de los tiburones y que se encarga de activar el sistema inmunológico creando una protección más fuerte y duradera contra diversas enfermedades, entre ellas el coronavirus.

Pues bien, el problema es que si el escualeno se utilizara para la creación de una dosis de vacuna contra el Covid_19 por persona a nivel mundial, tendrían que sacrificarse a cerca de 250 mil tiburones, sin embargo, como deben ser aplicadas dos dosis, la cantidad se duplica y asciende a medio millón.

Debido a lo alarmante de la situación diversas asociaciones y grupos de activistas, han mostrado su molestia argumentando que este compuesto puede obtenerse de otras fuentes, como por ejemplo, de algunas plantas y bacterias pues inclusive el propio ser humano lo produce de manera natural para lubricar y proteger la piel.

Shark Allies, la organización que se encuentra detrás de uno de los movimientos más grandes para evitar que el escualeno siga siendo extraído de los tiburones, ha creado una campaña a través de Change.org, en donde se están juntando firmas para pedir a las autoridades reguladoras de Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido, China, la industria farmacéutica y médica, que se remplace lo antes posible el compuesto antes mencionado de las vacunas y que se desarrolle la producción a gran escala del escualeno NO animal.

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