El Caballito, la estatua realizada en honor del rey español Carlos IV que se encuentra ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, fue en ese tiempo la escultura más grande construida en todo el Continente
A finales de 1794 el arquitecto y escultor Manuel Tolsá recibió el encargo de realizar una escultura ecuestre en honor al rey español Carlos IV. La razón era que el virrey Miguel de la Grúa Talamanca, marqués de Branciforte, había sido enviado a la Nueva España después de un escándalo de corrupción que había debilitado la postura del monarca, por este motivo Talamanca quería la escultura más grande que pudiera realizarse.
Tolsá no solamente cumplió con las expectativas del virrey, sino que además realizó la obra de bronce fundido más grande de todo el continente en ese momento.
Realizar esta escultura tomó casi una década, Tolsá, entonces director de la academia de San Carlos, recibió 18 mil 700 pesos para concretar su trabajo después de que su propuesta fue aprobada.
Para hacer la escultura, Tolsá tomó como modelo al caballo del marqués del Jaral del Berrio llamado Tambor, hizo varios modelos a escala para después comenzar con los modelos a talla real, reunir los metales, preparar la fundición y el redondel donde se montaría la escultura tomó más de 7 años.
Se tiene el registro de que se utilizaron 600 quintales de cobre y estaño para formar la imponente escultura, que equivale a 27.6 toneladas de metales. Debido a la cantidad tan grande de material y a la dificultad para conseguirlo, este trabajo se retrasó varios años.
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El lugar donde se decidió realizar la fundición de los materiales fue en la huerta del Colegio de San Gregorio. El proceso de calentamiento de los metales hasta estar fundidos, el vaciado y el enfriamiento duró una semana.
Retirar el molde, eliminar los restos de metal, pulir el bronce y aplicar el recubrimiento tomó 1 año. La escultura tardó cuatro días en llegar a su destinó donde finalmente fue instalada.
La inauguración de El Caballito fue el 9 de Diciembre de 1803. La fiesta para conmemorar al rey y su escultura duró 3 días, para entonces el virrey Miguel de la Grúa Talamanca ya había dejado el cargo por lo que el virrey Félix Berenguer de Marquina fue encargado de develar la obra maestra.
Después de 7 años, la guerra de independencia iniciaría en México, por lo cual se cubrió a la escultura para prevenir ataques directos. El primer presidente de México, Guadalupe Victoria pensaba fundir el metal y fabricar monedas con él, fue Lucas Alamán quien le convenció de conservar El Caballito debido a sus cualidades artísticas.
Cuando la ciudad comenzó a extenderse hacia el poniente, la escultura fue trasladada al cruce del Paseo de Bucareli y la Avenida Juárez. Posteriormente en 1979 se determinó que la nueva ubicación de El Caballito sería la Plaza Tolsá en la calle Tacuba donde ahora se encuentra el Museo Nacional.
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