Una de las festividades que más esperamos los mexicanos es el día de muertos pues en esta temporada los colores y los olores inundan el ambiente de los hogares y de diversos lugares en México, pero sin lugar a dudas, el día de muertos en Mixquic es diferente.
Las tradiciones y costumbres que se llevan a cabo en este poblado son realmente sorprendentes y es que desde la época prehispánica la gente se prepara para la llegada de esta conmemoración.
Durante esas fechas miles de visitantes acuden a Mixquic para celebrar en compañía de los lugareños el Día de Muertos y es que, con tan solo ir caminando podremos ver diversas ofrendas y lugares llenos de ambiente.
El olor a cera, a comida y a incienso abunda por todos lados y qué decir de la infinidad de colores que podremos ver, pues el papel picado, los distintos guisos, las flores y las calaveras podremos observarlas por doquier.
El panteón de San Andrés seguramente es uno de los más visitados y es que desde el día 31 de diciembre a las 12 del día por medio de campanadas se anuncia la llegada de las almas más pequeñas y es muy común ver juguetes en las ofrendas.
Para el día 1° de noviembre al medio día vuelven a sonar las campanas, que anuncian el retiro de las almas de los niños para recibir las almas de los adultos y es entonces cuando las ofrendas se empiezan a llenar de flores de cempasúchil, se cambia el agua y los guisos favoritos de los difuntos son colocados en las ofrendas. A las 7:00 de la noche un grupo de niños y de jóvenes se reúnen para visitar las casas y con el pregón “A las animas benditas les prendemos sus velitas, campanero mi tamal, no me den de la ofrenda porque me hace mal”, intercambian oraciones por pan o fruta. Este mismo día y durante la noche el ambiente lleno de música y algarabía se hace más divertido, pues se realiza un concurso de calaveritas de cartón, mientras que otras personas escenifican el acompañamiento de un cortejo fúnebre en donde lanzan frases graciosas.
El día 2 de noviembre los familiares visitan el panteón, que para ese momento se encuentra lleno de tonos naranjosos, pues entre las veladoras, los cirios y la flor de cempasúchil crean esa atmósfera llena de encanto. Los visitantes acuden al lugar para limpiar y arreglar las tumbas de los difuntos, esperando la llegada del párroco que dará la bendición a las tumbas y a los visitantes. A partir de las 6 de la tarde se lleva a cabo la famosa Alumbrada, en donde las familias se encaminan al panteón con velas e incienso para que los difuntos emprendan su regreso.
Al finalizar este ritual, las ofrendas son retiradas y en muchos caso las familias intercambian platillos para finalizar con esta gran tradición.
También te puede interesar nuestro Blog: La isla de las muñecas