A casi una década de la muerte de Juan Gabriel, Cristian Castro abrió su corazón esta semana y compartió una historia que pocos conocían: un accidente que vivió junto al “Divo de Juárez” durante un viaje en su rancho en Santa Fe, Nuevo México, que pudo terminar en tragedia.

En una entrevista para Ventaneando, el cantante recordó aquella salida hacia Taos, invitado por Juan Gabriel: “¿Te gustaría ver Taos? Acá cerquita es una montaña divina…”, le dijo. Cuando empezaron a subir entre la nieve, Cristian intentó advertirle sobre el riesgo de frenar fuerte en esas condiciones. “Me dijo: ‘Ay’, pero no hizo caso… vino la curvita, pisó el freno y nos estrellamos contra un muro de contención que daba a un precipicio.”

Gracias al destino –y al muro– evitaron caer por el acantilado. Eduardo Magallanes, presente en el vehículo, bajó “asustadísimo”, recuerda Castro. Pero lo que realmente impactó al cantante fue la actitud de Juan Gabriel: el maestro estaba “contentísimo… disfrutaba todo, quizá hubiese disfrutado hasta esa muerte”. Cristian reflexionó: “Quizá yo también lo hubiese dicho: ‘Wow, me voy con Juan Gabriel’.”

Más que un susto, esta experiencia fue un momento revelador para Castro, quien evocó con nostalgia la presencia y el desborde de talento del ícono mexicano: “Me impactó su presencia, su canto, su timbre… su manera tan linda de ser.”

La historia aporta una nueva dimensión al legado de Juan Gabriel: su capacidad para disfrutar cada instante, incluso ante el peligro, marcó su vida y sus vínculos. Y para Cristian Castro, fue una aventura límite que hoy recuerda con respeto, cariño… y una cuota de vértigo poético.

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