Caifanes y la fuerza detrás de “Antes de que nos olviden”
El 2 de octubre de 1968 marcó un antes y un después en la historia de México, dejando una herida imborrable en la memoria colectiva. Décadas después, Caifanes convirtió esa tragedia en arte a través de dos de sus canciones más emblemáticas: Antes de que nos olviden y Aviéntame. Ambas piezas, cargadas de metáforas y simbolismos, se han transformado en himnos de resistencia que mantienen vivo el recuerdo de los estudiantes caídos en la Plaza de las Tres Culturas.
Caifanes y “Aviéntame”: un eco de Tlatelolco en los noventa
En 1990, Caifanes lanzó El Diablito, su segundo álbum de estudio, donde brilló Antes de que nos olviden. Escrita por Saúl Hernández en apenas diez minutos, la canción nació de recuerdos personales: su hermana regresando llorando aquel día de 1968 y el miedo que se vivía en su hogar. Con frases como “Antes de que nos olviden, haremos historia”, la canción trasciende como un homenaje a quienes lucharon por un México más justo y como una advertencia de que la memoria no puede ser silenciada.
El tema pronto se consolidó como una de las piezas más icónicas del rock en español, capaz de transformar el dolor en poesía y resistencia. Saúl Hernández, con su voz inconfundible, convirtió un recuerdo personal en un canto colectivo que resuena con cada generación que escucha el tema.
Cuatro años más tarde, en 1994, Caifanes volvió a abordar la tragedia con Aviéntame, incluida en El Nervio del Volcán. En esta canción, la guitarra de Alejandro Marcovich y la lírica de Hernández recrean la tristeza de aquel octubre. Con versos como “Qué triste se nos fue la vida”, el grupo rinde tributo a los jóvenes que murieron defendiendo sus ideales.
Durante los conciertos, Saúl suele modificar la letra para añadir explícitamente la fecha: “la lluvia ácida mojada 2 de octubre”. Así, cada interpretación se convierte en un ritual de memoria, donde la música trasciende como un recordatorio de que el arte también puede ser un acto de justicia y resistencia.
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Hoy, más de cinco décadas después de la masacre de Tlatelolco, las canciones de Caifanes siguen siendo faros de memoria y esperanza. Antes de que nos olviden y Aviéntame no solo hablan del pasado, sino que también recuerdan a México que el olvido es el mayor enemigo de la verdad.