Anabel Ferreira se sincera sobre una experiencia que la marcó

La actriz mexicana Anabel Ferreira sorprendió al compartir uno de los episodios más duros de su vida: escapó de un intento de violación al lanzarse de un balcón en el piso 17 de un edificio en Acapulco. En una entrevista reciente, narró cómo ese hecho la marcó profundamente y cómo el movimiento Me Too la inspiró a romper el silencio. “Sentía que era mi culpa por haber aceptado ir”, confesó.

Anabel Ferreira: el movimiento Me Too le dio voz para hablar

Anabel Ferreira: el movimiento Me Too le dio voz para hablar

La actriz, recordada por su trabajo en televisión y por su participación en programas como MasterChef Celebrity, relató que el agresor fue un hombre con quien había salido. Aunque ella dejó claro desde el inicio que no deseaba mantener relaciones sexuales, él insistió. Al sentirse acorralada y sin salida, gritó hasta quedarse sin voz pidiendo auxilio.

Durante años, Ferreira guardó silencio por miedo y culpa. La razón por la que nunca habló antes fue el peso emocional que cargaba por haber aceptado la cita. “Él pensó que me iba a convencer. Pero una sabe hasta dónde quiere llegar”, expresó. El episodio ocurrió en un departamento del piso 17, donde tuvo que tomar una decisión extrema: saltar al balcón del departamento vecino.

La actriz recordó que, al escuchar sus gritos, algunos vecinos acudieron en su ayuda y ella logró llamar a la policía. Su testimonio revela no solo el trauma que vivió, sino también la fuerza con la que enfrentó la situación. “No es no, desde siempre”, subrayó con firmeza.

Ferreira explicó que fue hasta la irrupción del movimiento Me Too cuando se sintió comprendida y validada. “Yo había sido clara desde el inicio. Pero no entendía por qué me sentía tan culpable”, explicó. Hoy, hablarlo en voz alta representa un acto de valentía para muchas mujeres que han vivido situaciones similares.

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Desde aquel momento, no volvió a ver al agresor. Supo, tiempo después, que él se había mudado de ciudad. “Le alborto la hormona y piensa que voy a ceder. Pero no. No me quedé callada más. Hoy puedo contarlo”, concluyó, dejando claro que su historia también es un mensaje para otras mujeres: ninguna debe cargar con una culpa que no le pertenece.

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