La mayoría de las personas pensamos en la delicia de refrescarnos en una alberca durante el verano. Pero no debemos olvidar que es en los lugares húmedos dónde mejor se reproducen los hongos y bacterias que podrían causarte algunas infecciones, estos son algunos casos:
- Pie de atleta Es el padecimiento más común de todos y suele atacar la planta del pie, puedes prevenirlo utilizando siempre algún tipo de calzado, lavando y secando adecuadamente la zona. Para tratarlo existen diversas pomadas que alivian el problema.
- Irritación ocular Es otro de los casos más comunes y a los que menos atención solemos prestar, este problema es causado por el cloro y otros químicos que se utilizan para mantener limpia el agua. Los síntomas son enrojecimiento y comezón, puedes tratarlo con gotas oftálmicas; sin embargo, a veces es necesario aplicar antibióticos.
- Hongos en la piel Estos se adhieren a la piel formando manchas blancas y pueden provocar ardor o comezón. Suelen adquirirse en piscinas, tinas, vapor o regaderas.
No entres en pánico, consulta con tu médico cuál es la mejor forma de protegerte y disfruta del verano en la piscina.